Excursión de un día en grupo pequeño a la Isla de Arran

Experimente la Isla de Arran: Escocia en miniatura. Una cautivadora mezcla de exuberante verde y sereno azul, que le invita a embarcarse en una aventura.¿A quién no le gusta decir que se dirige a una isla por un día? Ahora es su turno. Deje atrás la bulliciosa ciudad de Glasgow por un día y diríjase con nosotros a la Escocia en Miniatura. La Isla de Arran tiene todo lo que hace a Escocia adorable.Saldrá de Glasgow y se dirigirá a la ciudad costera de Ardrossan, donde subirá al ferry. Esta es una hermosa travesía, así que saque sus cámaras y vea si puede avistar medusas y delfines en el camino.El ferry llega a Brodick, la mayor concentración de tiendas y restaurantes de Arran. Es un lugar pequeño, al igual que toda la isla, pero eso es lo que nos encanta de Arran. Un corto trayecto en coche le lleva a las puertas del Brodick Castle, la antigua sede de los Duques de Hamilton.El interior del castillo no podría ser más diferente de los jardines que lo rodean. En el interior encontrará una rica decoración victoriana, madera oscura, muebles intrincadamente decorados, todo tan dramático y poderoso. Asegúrese de charlar con el personal del interior, están llenos de historias sobre quienes vivieron allí. Durante gran parte de su historia, el castillo ha pertenecido a la familia Hamilton y algunos incluso dicen que, hasta el día de hoy, está embrujado por la 'Dama Gris', una mujer que murió de hambre en las mazmorras del castillo.No tan alegre. Pero luego sale y explora tanto el jardín formal como los hermosos senderos boscosos que le abrazan por todos lados.Después de un bocado, vuelve a subir al autobús y se le lleva a explorar más de esta hermosa isla. ¿Pero dónde se detendrá? Tal vez visite Lochranza, un pintoresco pueblo que alberga un castillo en ruinas. O tal vez pase por Blackwaterfoot, compre un pastel en la panadería local y dé un paseo por la playa.Cuando vuelva a subir al ferry en Brodick esa misma tarde, sentirá que conoce Arran un poco mejor y sin duda comprenderá por qué tantos la aman con fervor. Tal vez mire las fotos del día, o tal vez coma el queso y el chocolate que compró en la ciudad, mientras regresa a Glasgow.