Panorámica de la Riviera francesa desde Niza

Esta excursión épica te ofrece una perspectiva fascinante de la forma de vida en uno de los rincones más ricos y más bonitos del planeta.

La carretera costera que une a Cannes con Mónaco tiene una longitud de poco más de 50 kilómetros y no hay ni siquiera un sólo kilómetro en todo el trayecto en el que tus ojos no se sientan atraídos por el impresionante paisaje o por algún pueblo pintoresco. Admira las tiendas de diseñadores de Cannes y la famosa Promenade de la Croisette mientras emprendemos rumbo a Juan-les-Pins, una legendaria localidad turística que ya se hizo popular en los años 60 y sigue estando de moda, habiéndose convertido en sinónimo de la sofisticación. Las modas cambian pero la elegancia es eterna y hoy en día Juan-les-Pins sigue estando repleta de modernas boutiques.

A continuación llegaremos a la cercana Antibes, que nació como un antiguo asentamiento griego hace ya 2500 años. Aquí podrás admirar las murallas medievales del que fue el refugio en la costa de Picasso y de Graham Greene, entre muchos otros. Proseguiremos hacia Niza para visitar el colorido mercado de flores antes de retroceder en el tiempo en nuestra visita del pintoresco pueblo de Èze, situado a lo alto de una colina que se alza sobre el refugio de los millonarios de Cap Ferrat.

Tras llegar a la cuna de la jet-set de Mónaco exploraremos el casco antiguo y Montecarlo, donde verás glamour y riqueza en cada rincón. Podrás ver lugares como el puerto deportivo o el casino, conocido en todo el mundo gracias al Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1, antes de regresar al hotel.