Masada y el mar Muerto desde Tel Aviv y Herzliya

Empieza el recorrido por Masada y el mar Muerto con un viaje al sur de Jerusalén a través de las colinas de Judea. Pasa por la Posada del Buen Samaritano y détente junto al cartel que indica el nivel del mar para contemplar las vistas del desierto. A kilómetros en la redonda, vislumbra Jericó, la ciudad bíblica invadida por las tropas de Josué, la ciudad en la cual Jesús sanó a un ciego.

Recorre las orillas del mar Muerto, donde el agua turquesa está flanqueada por una corteza de sal blanca. Aunque es posible seguir el «camino de la serpiente» para subir a Masada -de la misma forma que lo hicieron los romanos hace dos mil años-, optaremos por coger el teleférico a la cumbre de la meseta de Masada, donde hay unas impresionantes vistas panorámicas del mar Muerto. Masada es el lugar elegido por Herodes para construir un palacio fortaleza que contaba con una piscina, cisternas de agua, dos palacios, almacenes e incluso una sinagoga. Tras la muerte de Herodes, durante la Primera Guerra Judía-Romana (66–73 a. C.), un grupo de fanáticos judíos se refugiaron en Masada en su huida de los romanos.

Deja atrás Masada para dirigirte al cercano mar Muerto, pasando por Ein Gedi y Qumran, el lugar del descubrimiento de los Manuscritos del mar Muerto.

Para acabar el recorrido por todo lo alto, nos pararemos en el mar Muerto, el punto más bajo en tierra firme y un aspirante al título de una de las siete maravillas del mundo. Personas de todo el mundo vienen para disfrutar de sus aguas terapéuticas ricas en minerales. Y no te preocupes si no sabes nadar, las aguas hipersalinas del mar harán que flotes sin problemas.

Idiomas

El tour puede ser bilingüe inglés y alemán, francés, español.